De pronto la ví a ella y ya no era “Bird on the wire”, era la siguiente canción, “So Long, Marianne”.
Cuando una chica te pide expresamente que no te enamores de ella, lo haces locamente y para siempre,
no tiene remedio ni final, esa locura es el verdadero amor y ella… ella es mi mujer en mis cabezas, la amo,
la amo tanto.
La ví una tarde nublada y tuve que cruzar de acera pues, todo lo que no sea un beso me haría
un daño infinito porque, aunque diga que ya no me interesa, es la mayor mentira que he dicho jamás,
porque nunca ví una cara así y para una vez que lo digo de verdad, nadie me cree, al menos no ella.
Seguiría pensando así aunque fuera tonta o francesa.
Quiero que no me crea jamás para estar enamorado toda mi vida.
Ahora solo puedo ponerme a escuchar “So Long Marianne” como un tonto, sin ninguna esperanza.
Enamorado.
Germán Piqueras
No puedo poner adjetivos porque sería rebajarla sea cual fuere siempre a un nivel inferior del que se encuentra, solo diré que consigue traspasar la pantalla. Y creo que no hay ninguna barrera que un escrito como este no pueda minar, asi que revisa lo de ninguna esperanza, quizá algún día te lea.