Quizás la entrada más profunda de mi blog y, lógicamente, no es mía. Aunque todos seamos egoístas y ciertamente algo propietarios de todo lo que leemos, de la misma manera que el Partenón de Atenas, las letras de Hollywood en las colinas de LA o la Torre Eiffel de París nos pertenecen a todos.
Una entrada muy corta, ¿verdad?
Germán Piqueras